Wednesday, April 27, 2005

Uno solo.Solo uno

Uno sólo. Sólo uno.
Maitena de Elguezabal

Habemus Papa en el museo venezolano: Francisco VI


En 1874, el General Antonio Guzmán Blanco decreta la creación del Museo Nacional en el que se albergaría las colecciones públicas de historia natural y de Arte. Inaugurado en 1875, un equipo bajo la dirección de Adolfo Ernst divide de inmediato sus colecciones con la idea de generar tres instituciones: Museo Boliviano, Museo de Bellas Artes y Museo de Ciencias Naturales. Comienza allí, hace mucho más de un siglo, una tarea de discernimiento de perfiles museísticos, de catalogación y registro que reconoce la complejidad ya de las tareas de resguardo, desarrollo y proyección pública de las colecciones, funciones fundamentales de la museística.

En 1917 se crea el Museo de Bellas Artes (MBA), pero es con la inauguración de su edificio y la del Museo de Ciencias Naturales en Los Caobos (proyecto del maestro Villanueva), en 1938, cuando comienza realmente el posicionamiento progresivo de Venezuela en la museística contemporánea, en la cual llega a ocupar con el tiempo un sitial reconocido por los distintos profesionales en el continente. Estos frutos se recogen a partir del entusiasta y sostenido terreno labrado por Miguel Arroyo, padre de la museología local y director del MBA por casi 20 años, quien sentó las bases de la excelencia y la dedicación al quehacer del museo venezolano.

En la década de los setenta, el dibujo de un conjunto de museos públicos, creados al calor de iniciativas diversas y al calor de la promoción del Estado, queda completado con la incorporación de nuevas instituciones de variado perfil, colección y misión. Museo de Bellas Artes, Galería de Arte Nacional, Museo de Arte Contemporáneo Sofia Imber, Museo Jacobo Borges, Museo Alejandro Otero y Museo del Dibujo y la Estampa Carlos Cruz Diez, entre otros, pasan a participar de un ambiente cultural rico en ofertas y posibilidades. A principios de los noventa, con la idea de profundizar su autonomía y dinamizar sus operaciones, se da paso a la creación de las llamadas fundaciones de Estado como figura de gestión para estos museos. A estas instituciones, en atención al ejercicio de participación democrática en la cultura, se les otorga autonomía de movimiento, programática, discursiva y administrativa.
El resultado de todos estos años ha sido el desarrollo progresivo, no exento de problemas, de estas instituciones en procura de un afinamiento de su perfil y de dedicación profesional a sus colecciones. Hasta entrado el presente siglo, nuestros museos conformaron espacios de participación plural y valoración, lugar de encuentro de diferentes discursos, y sobretodo distintos modos de mirar.

La semana pasada el ministro Francisco Sesto dio a conocer un decreto, ya publicado en Gaceta Oficial, que establece la liquidación, de un solo plumazo, de estas ocho fundaciones de Estado, por razones de “dispersión” y “falta de coherencia”. Procede entonces a proponer, decimonónicamente, el Museo Nacional.
Un solo Museo, ocho estaciones, una solo colección, un solo discurso (el de Sesto). Nunca explica el ministro qué tienen de dispersas o incoherentes estas instituciones. ¿En qué se basa?. ¿Dónde están los estudios de diagnóstico?. ¿Se llegó a consultar este paso trascendental y peligroso con especialistas?. ¿O se trata de una mera aproximación desde el poder?
Por lo pronto, lo que se evidencia es un ánimo enconado de no reconocer la trayectoria en el tiempo de tantos y tantos profesionales de múltiples experiencias y diferentes disciplinas que participaron en una construcción positiva y reflexiva en torno al patrimonio nacional.

Sesto pretende establecer un solo discurso en tiempo record. Pero…, ¿cuál discurso? ¿…existe?, ¿…qué modelo estamos copiando?. Nada está a la vista en estos términos. Ciertas confesiones de parte hace pensar que aquí se está disparando primero y preguntando después. Muchas cosas están en peligro: un patrimonio, un legado profesional, un marco de referencia para nuestras generaciones de artistas…, pero sobre todo la cultura libre, participativa y plural que establece taxativamente, la Constitución venezolana.

Por ahora un Museo Nacional, …un solo curador , un solo pensador, una sola visión.

La visión privada (¡en un gobierno que se autoproclama socialista!), íntima y autoritaria de Francisco VI.

museos desapareciendo

Retroceso bestial. Nadie parece decir nada, nadie se queja. Hay silencio y acato.
Sueño o resignación? Esa es la pregunta.

Monday, April 25, 2005

ese es el espiritu

hay que mantener el espiritu!
el espiritu es mantener a la familia, la casa, etc...
jodido, hermano, es mantener el espiritu!
-extracto de una conversación con manner

madreperla

madreperla

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